El poder

Analizaré este término que conecta con las desigualdades puesto que el poder implica dominio, explotación, obediencia, superioridad...
El poder no es una cosa, un objeto, sino una relación entre quien lo ejerce y quien lo sufre. El poder implica coacción y condicionamiento. Para hablar de poder hay que hablar de violencia (aun cuando las formas de violencia sean a su vez diversas). Existen ropajes culturales variados.




La palabra poder procede del mundo jurídico y significa “facultar a alguien” (hacer un poder). Al trasladarse este término al terreno político se ha ido dando otro sentido. En determinadas etapas de la historia el poder estaba oculto. Pero hoy se concibe que incluso para conseguir algo debe existir poder, cuanto más visible sea el poder más va creciendo. En nuestras sociedades a medida que el poder ha ido creciendo se ha ido haciendo más visible, más impúdico.











sábado

El poder en Weber

 El sociólogo Alemán Weber realiza una síntesis en la que clasifica tres tipos de poder político o autoridad:

Poder Tradicional: uno acepta la autoridad del otro porque siempre se ha hecho así sin plantearse el fundamento  idoneidad de un hecho (autoridad de los padres, de la Iglesia, de la Monarquía, etc.).  Basado en el hábito y apoyado en valores de continuidad o costumbre.
Poder legal o racional se apoya en la ley que es la noción que implica un proceso racional en el cual se establecen normas a través de un consenso, de una decisión fundamentada mediante un procedimiento. Se aceptan esas normas en mayor o menor conformidad porqué se ha acordado así. Referido a en virtud de qué condiciones o procedimientos se acepta la autoridad (parlamento, leyes, etc). Estos sistemas sólo han cuajado en Occidente ya que en Oriente hay otros elementos que lo impiden como la religión, cultura, economía.
En el poder carismático alguien acepta la autoridad de otro porque le atribuye unas condiciones (proféticas, mágicas, de liderazgo, etc.). No hace falta de hecho que ese individuo las tenga, basta con que otros se las atribuyan. Suele ser una autoridad fugaz en función de unas cualidades personales, la gente utiliza las cualidades de un individuo para atribuirle el poder.

Desigualdades de género

 La segregación de los géneros tiene repercusiones importantes ya que hay muy diferentes grados de participación en los asuntos públicos y discriminación neta en cuanto al acceso a cargos políticos. 
Prácticamente en todas las sociedades el papel de la mujer es subordinado al del varón.
Hasta hace muy poco tiempo estas desigualdades eran consideradas como desigualdades naturales. En toda sociedad humana hay una desigualdad básica entre el papel del hombre y el de la mujer creían que esas diferencias venían dadas por las diferencias biológicas y se expresaban en las diferentes tareas (de ámbito doméstico- de ámbito público).

Desigualdades por Edad.

En muchas sociedades las diferencias están relacionadas por grupos de edad. A esas divisiones se les da una relevancia o importancia social. En muchas sociedades la misma organización política está basada en divisiones por edad. Las principales divisiones de este tipo serían: la infancia, la pubertad y la senectud. La diferencia entre infancia y pubertad es biológica, la diferencia entre pubertad y juventud estriba en la institucionalización de algún vínculo matrimonial. La importancia del matrimonio es distinta en las diferentes sociedades. Las relaciones prematrimoniales son mucho más libres que en el mundo occidental (también dentro del matrimonio). Lo importante en estas sociedades no es tanto la reproducción sexual, sino la reproducción social, grupal. Los ancianos controlan el matrimonio de los jóvenes y no lo permiten hasta adquirir unos méritos o propiedades. Se dan también casos de divisiones basadas en la edad pero estables en el tiempo (uno nace niño y niño permanece toda su vida para su madre) y que se apartan de las diferencias biológicas, centrándose sólo en las sociales. Cualquier grupo humano, por igualitario que se presente, acaba creando desigualdades